Si quieres hacer una valoración de tu vivienda, hay cuestiones importantes que debes tener en cuenta antes. Lo más habitual es que llames a un tasador colegiado API para valorar tu inmueble. Deberías de contar con una agente profesional que te asesore y te haga una valoración por escrito conforme a ciertos criterios, como por ejemplo testigos de inmuebles vendidos similares a tu vivienda en la misma zona, por ejemplo.
En todo caso, si eres propietario, siempre debes tener en cuenta estos datos:
- La documentación en regla. Muchas personas piensan que con ver la vivienda «echar un vistazo rápido», podemos valorar un inmueble. No lo veo viable. Siempre debemos de examinar la documentación lo primero. ¿Por qué?, pues porque hay circunstancias que pueden minusvalorar o al revés, el valor del inmueble. Por ejemplo, los metros que figuran en catastro y registro no son los reales, o que la casa no esté inscrita, porque no hay licencia de construcción, ni fin de obra con cédula de ocupación del Ayuntamiento. Todo esto puede hacer que el valor baje y mucho. Por eso, es necesario examinar la documentación y ver que todo está en regla, previo a la emisión de una valoración. La documentación que necesitamos es: la escritura de la propiedad, el recibo de IBI, catastro, certificación energética, y certificado de comunidad.
- La propiedad tiene que estar con buen aspecto. No podemos pretender sacar el máximo precio a nuestra vivienda, y no esforzarnos en tenerla limpia, por ejemplo. Es muy importante la primera impresión. En las valoraciones también influye. Si veo una vivienda que está repleta de muebles viejos y sucios, la valoración bajará porque sabemos perfectamente que es algo que echa para atrás a muchos compradores y tenemos que contar con esta variable.
- La vivienda sin vicios ocultos. No podemos valorar una vivienda si el propietario nos oculta circunstancias como por ejemplo grietas escondidas o humedades detrás de los muebles. Son cuestiones que deberemos arreglar antes de valorar, o por lo menos decir abiertamente para que el tasador las tenga en cuenta a la hora de poner un precio a nuestra casa. Además, es algo que nos puede provocar muchos problemas, porque el comprador tendrá siempre una acción reivindicatoria durante 6 meses después de comprar.
- Gastos comunitarios. Esto es algo que muchos agentes no preguntan, y por supuesto influye mucho a la hora de valorar una vivienda. No es lo mismo comprar un piso con gastos de comunidad de 50 €, que otro con 250 €, o con derramas pendientes de aprobar. En Gijón se da el caso de muchas fachadas pendientes de derramas importantes y esto puede hacer que el valor de nuestra vivienda baje, porque es un condicionante. Si el comprador sabe que el edificio necesita una reforma y va a tener que hacer frente a una derrama de 50.000 € en los próximos años, baja considerablemente el valor de nuestra vivienda.
- Certificación energética. Pues ha llegado ya para quedarse. Hace unos años se comentaba que era una «chorrada» y un «saca dinero». Sin embargo, ya estamos viendo a día de hoy hay bancos que incluso no hipotecan cuando hay certificación energética por debajo de la E. Por lo tanto, es un aspecto importante a la hora de establecer una valoración. Es algo que muchos compradores preguntan. Si tiene una letra G, por ejemplo, significa que tiene un gasto importante de calefacción y energía y, por tanto, igual no interesa su compra.
- Ascensor y barreras arquitectónicas. También es una cuestión importante porque aunque antiguamente no importaba y muchos compradores no lo tenían en cuenta porque estaban acostumbrados, hoy en día, no es así. Los jóvenes no quieren pisos sin ascensor, y los bancos empiezan a dar para atrás hipotecas cuando no hay ascensor.
- Testigos de la zona. Si tu inmueble se sitúa en una zona muy demandada, en la que no hay muchos pisos en oferta, la valoración subirá. Esto está pasando en el barrio de La Arena, en Gijón. Aunque hay pisos antiguos, el precio es superior porque hay mucha demanda y poca oferta. Por eso es importante ver bien los inmuebles que hay en la zona y ver si hay mucha demanda.
- Zonas comunes. Para hacer una valoración no solo nos fijamos en los metros de la vivienda, también se tiene en cuenta el edificio en el que está enclavado. Por ejemplo, el portal, la fachada, las escaleras, el tejado. No es lo mismo valorar un inmueble con todo esto renovado, que valorar uno con barreras arquitectónicas, o tejados pendientes de derramas. En las urbanizaciones, se valora mucho cuando la comunidad ofrece servicios, por ejemplo, porteros, zonas ajardinadas, piscinas, zonas de juegos para los niños.
- Orientación. Esto es algo que muchos compradores preguntan antes de ir a visitar la vivienda. Importante, en todo caso, aquí en Asturias, si le da el sol o no. Siempre se valora más si la vivienda está orientada al Sur. Porque sabremos que tiene mucha más luz y sol. Es algo que se tiene muy en cuenta a la hora de valorar. También por el gasto de calefacción. Si tienes más sol, gastarás menos calefacción.
En todo caso, como os comentaba al principio, lo ideal es que llames a un tasador inmobiliario que este colegiado o que tenga mucha experiencia en el sector y pueda hacerte una valoración por escrito teniendo en cuenta todos estos parámetros. ¡Llámame cuando quieras!