Trabajamos a éxito, no pedimos perdón.
Esta frase se la escuché a Sergi Verge en el congreso de Valencia SIC el pasado 1 de diciembre. Me gustó, porque en el último año se ha dado en varias ocasiones la situación que os voy a contar:
Cliente que quiere vender una vivienda, se le hace una valoración por escrito, te firma una exclusiva, comienzas a elaborar el plan de marketing, limpieza y puesta a punto del inmueble, fotografía profesional, vídeo, redes sociales. Insertamos el inmueble en nuestra base de datos, o CRM, y te cruza con 10 clientes compradores que buscan exactamente con los mismos criterios que tiene ésta casa. De esos 10 clientes logras 5 visitas, y uno de ellos, compra de contado y en el precio. Todo pasa en el plazo de una semana.
Al vendedor que tenía que estar contento por haber vendido rápido y en precio, le surgen dudas ¿vendí barato?, eso es lo primero que se le viene a la cabeza. Lo siguiente es «me cobras mucho para haber tardado tan poco». Y por último entran a querer negociar los honorarios.
¿Qué tenemos que decirle a este cliente?
Nosotros trabajamos a éxito y no pedimos perdón por hacer bien nuestro trabajo.
Cuando un propietario pone a la venta su casa, y decide hacerlo por su cuenta, y dice no a una exclusiva con un agente inmobiliario, está diciendo que no a lo que llamamos Fondo de Comercio, o bolsa de clientes compradores, metidos en el CRM, cualificados y con todos sus datos.
En mi empresa tenemos una media de 5 clientes demandantes diarios. Imaginaros la cantidad de posibles compradores que ya puedo tener para vuestra casa. ¿Queréis vender? ¿Probamos a ver cuántos clientes comprarían vuestra propiedad y en que precio?